El equipo ideal


Sudáfrica 2010 ya está archivado. Para el recuerdo quedarán las insoportables vuvuzelas, las posibles semifinales sudamericanas y la nueva decepción argentina. Pero no quise cerrar el cajón con todas las guías, revistas y recuerdos sin antes elegir al mejor conjunto del torneo, o mejor dicho para no quitarle mérito a España, el equipo ideal.



Para empezar, decidí elegir el número telefónico de moda: 4-2-3-1.

El buzo número uno es para el español Iker Casillas. Arquero “ganapartidos”. De excelente nivel a lo largo de todo el torneo, recibió solo dos goles en todo el campeonato y ambos en la fase de grupo. A pesar de tener algunas tapadas claves en cuartos y semifinales, quedarán en la memoria los dos mano a mano contra Robben en la final. El beso a su novia, Sara Carbonero, tras la obtención de la Copa terminó de decidir mi voto.

En la defensa, Sergio Ramos por derecha le dio marca y juego al nuevo campeón. En la semifinal con Alemania lo “borró” a Lukas Podolski y hasta lo obligó a bajar hasta su propia área, cosa que Argentina –y en especial Nicolás Otamendi- no pudo hacer. Por izquierda el uruguayo Jorge Fucile con toda la garra charrúa. Y la zaga central formada por el alemán Arne Friedrich, con mucho criterio para la marca y siempre un peligro en el área contraria; y el holandés Joris Mathijsen, quien demostró un muy buen nivel defensivo y mucha seguridad para la salida.

Para los dos mediocampistas “bisagra” me quedo con Xavi, el mejor pasador de la Copa y termómetro de España; y Bastian Schweinsteiger, de los que juegan cuando hay que jugar y meten cuando hay que meter. Más adelante el “oficinista”, el cerebro: Andrés Iniesta. Jugador punzante –y pensante- como pocos. Clave para que “la Furia” se quedara con su primera estrella. Por el medio el holandés Wesley Sneijder, siempre con el oficio de lastimar al equipo contrario con un pelotazo entre líneas, un centro con rosca o un tiro al arco. Por izquierda David Villa y su nueva posición para encarar al arco con el perfil cambiado.

Y de punta, el capitán, Diego Forlán. Goles, entrega y sacrificio para llevar a “la Celeste” a un dignísimo y reconocido cuarto lugar.

Como suplentes y a modo de reconocimiento le doy lugar a uno más por puesto. Stekelenburg, opacado por la actuación de Casillas en la final, tuvo un gran torneo en el arco holandés. En la defensa, el capitán del subcampeón, Gio Van Bronckhorst. Como volante el uruguayo Diego Pérez y más adelante Thomas Müller, el goleador y revelación alemana. De punta el ghanés Asamoah Gyan.

Lo que se me hace realmente difícil es elegir a quien sentar en el banco. Quizás los técnicos de los cuatro primeros están –salvando algunas diferencias- dentro de una misma línea. Del Bosque por el título, Van Marwijk por el logro, Löw por el estilo o Tabarez por el resultado. Cualquiera podría ser mi DT. Pero la tentación es muy fuerte. Los resultados son los resultados y este Mundial dejó un solo invicto –además de Nueva Zelanda-. Así que en lugar de banco pondremos peceras, pero en mi equipo no puede faltar Paul. Sí, el Pulpo Paul.

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