Definitivamente el tenis argentino, encuentra en el césped la dificultad más grande en lograr resultados. 
El torneo más añejo y tradicional del circuito ATP se desarrolla por estas horas en Londres. Wimbledon atrae al mundo del tenis con una inconmensurable pasión. El césped verde, los gladiadores vestidos de punta en blanco -literalmente- batallando por horas para conseguir el punto, el game, el set o el partido que de a poco los lleve a la máxima gloria de conseguir el torneo en donde todo se origino.
Lamentablemente, la catedral del tenis le esquiva una vez más a nuestra Legión. Segunda ronda y todos afuera. La máxima esperanza, Juan Martín Del Potro, fue eliminado por el ex Campeón del torneo en 2002 (venció a Nalbandian en la final), el australiano Lleyton Hewitt.
La sorpresa argentina, ya que venia desarrollando una buena temporada sobre la superficie, Leo Mayer, quedó excluido por el trasandino Fernando Gonzalez en 4 sets.
Otro que se había colocado en segunda ronda era Vasallo Argüello fue eliminado por el segundo suizo en discordia del circuito y de apellido gracioso, Wawrinka.
Con estas tres derrotas, el césped le dice adiós al tenis argentino hasta el 2010. La célebre frase de Guillermo Vilas, una vez más toma actualidad.
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