Con sólo 23 años, Juan Pablo Figueroa ya cuenta en su curriculum con dos Ligas Nacionales (02/03 y 08/09) y una Liga Sudamericana (2004), además de la participación en los Mundiales Sub19 y Sub21 con la Selección Argentina. Convertido en una de las piezas claves, base titular de Atenas, y recientemente citado para la preselección nacional mayor, habló en exclusiva con Planeta Sports.
-En algún momento fuiste catalogado como el sucesor de Marcelo Milanesio. ¿Sentiste algún tipo de presión por esa etiqueta?
-Para mi no va a haber otro igual a Marcelo, es único. Me satisface que en algún momento me comparen con él, pero la presión de ser el sucesor yo no la siento porque no la veo así. Yo lo que trato es de entrenar para ser el mejor Figueroa que pueda. Se que soy muy diferente y que como él no voy a ser nunca.
-Debutaste en
-Era un sábado a la noche, yo estaba sólo en mi casa y me llama por teléfono el jefe de equipo de ese momento. Atenas jugaba el domingo contra Ben-Hur y me avisa que se había lesionado el base suplente, y que viajara para Rafaela. Así que el domingo me tomé el primer colectivo que salía. A la noche íbamos ganando por bastante diferencia y el “Huevo” Sánchez me puso, ese fue mi debut oficial.
-¿Qué pensamientos o emociones se te vinieron a la cabeza?
-Era un cambio muy grande, no estaba acostumbrado, ni siquiera a jugar en piso de parquet. Era todo nuevo: jugar con el “Pichi” (Campana), con Bruno (Lábaque). Me acuerdo poco porque los nervios me mataban.
-En la 2002/03 te consagraste campeón por primera vez y en la 2003/04 fuiste escogido como la revelación del torneo. ¿Ahí te consolidaste en el equipo?
-Cuando volví del Mundial Sub19 de Grecia había llegado Facundo Sukatzky de base, Mario Milanesio era el técnico y fuimos a jugar un torneo a Chile, que es el que juega Atenas todos los años. Mario ni siquiera me conocía y en ese torneo me fue muy bien, termine jugando de titular y cuando volvimos me dejaron fijo con el equipo de Liga.
-¿Crees que después de eso tu nivel bajó?
-Después me costó mucho mantenerme en ese nivel, con 18 años terminé siendo el base titular de Atenas, lo cual es complicado y más sumando que no fueron los mejores años del club. Cambió mi juego, me tuve que preocupar mucho por el equipo, por como armar el juego y no tanto por mí, y eso hizo que pierda confianza y que no tenga la claridad que tenía antes.
-¿Cuál fue el hecho que te hizo mejorar tu nivel, sobre todo en la última temporada?
-El entorno me lo marcaba pero yo en lo personal no estaba del todo conforme con lo que venía haciendo en la temporada. Sí tuve una mejora, traté de tomar otras opciones, de ser más protagonista y arriesgar más.
-¿Cuánto tiene que ver Magnano en tu mejora?
-Con Rubén uno se siente con más confianza, al tener todo más claro tenés más chances de que las cosas salgan mejor. Aparte me puse muy bien físicamente.
-¿Y Marcelo?
-También, siempre le voy a estar agradecido. Desde el año en que debuté en
-Seis años después te encontrás disputando una final de Liga como base titular y siendo una de las piezas claves del equipo.
-Era un sueño, jugar una final es lo máximo. Nunca me imaginé terminar la temporada así, como titular, con tantos minutos. Esto es increíble, no me voy a olvidar más.
-¿Qué objetivos tenés a futuro en lo profesional?
-Ahora, llegar lo mejor posible para la selección, disfrutar y aprovechar esta posibilidad. Es una experiencia increíble. Y después, con Atenas somos los últimos campeones, me gustaría repetir eso por lo menos y tenemos un par de torneos internacionales que van a hacer a esta temporada más atractiva.
-¿Cuál es tu sueño máximo como jugador de básquet?
-¿A que jugador no le gustaría estar en la NBA? Pero hoy me falta muchísimo y no se si algún día voy a tener la calidad para jugar ahí. Después de Atenas, jugar en Europa es un sueño y sería algo muy lindo, es una expectativa que tengo.
-Si tuvieras que hacer un podio con los tres mejores momentos de tu carrera, ¿cómo lo armarías?
-Primero pondría el último campeonato con Atenas, segundo el Mundial Sub21 que fue increíble, y tercero el premundial de Canadá, cuando conseguimos la clasificación al Mundial. Fue el momento que mejor jugamos y en lo personal me sentí bárbaro.
0 comentarios:
Publicar un comentario