Siga, siga

El clásico cordobés jugado ayer entre Talleres y Belgrano dejó muy poca tela para cortar: dos equipos muy preocupados por defender, con muy poco juego y sin goles. Nada que no se pueda solucionar con un buen trabajo futbolístico.
Pero, lamentablemente, hay cosas que parecen no tener fin ni solución.
Más allá de la teatralización shakespeareana de Olave –tema para debatir aparte-, sigo sin entender como un sujeto arroja un hielo hacia la cancha ante la mirada de las cámaras, de la policía y de las personas a su alrededor y luego se sienta en su lugar, orgulloso, como si nada hubiera pasado.
¿Que sucedía si se suspendía el partido? Cosa que debía haber ocurrido. ¿Y si le quitaban puntos a Talleres como le sucedió alguna vez a Instituto? ¿Está Talleres en condiciones de regalar puntos? ¿Qué tiene que pasar para que un árbitro suspenda un partido?
Punto aparte para los cantos. La hinchada de Talleres entonó varias canciones despectivas hacia su clásico rival tildándolos de bolivianos, desplegando una bandera argentina y cantando parte del himno nacional con el mismo objetivo descalificador. ¿Hasta cuando se van a permitir estas cosas tan abierta y naturalmente? ¿No puede actuar de oficio el “Tribunal de Disciplina”? –las comillas no son accidentales-
Este artículo no apunta sobre Talleres o su gente, este es sólo uno más de los ejemplos que tenemos en nuestro fútbol cada fin de semana. Un fútbol cada vez menos protagonista y más lleno de condimentos que lo ensucian y corrompen.
Mientras cada parte del sistema del fútbol no evalúe y corrija sus acciones esto se pondrá cada vez peor. Por ahora…siga, siga.

2 comentarios:

Florencia Vaudagna dijo...

Me gusta la nota, me parece no tendenciosa y muy objetiva. Es lamentable que sucedan estas cosas en un deporte tan apasionante como el futbol!! Sigan así chicos!

Lida dijo...

Muy buena. Otra mirada. Otra voz...

Lida

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